martes, 9 de enero de 2018

UNICEF nos está inundando en la televisión y las redes sociales con imágenes de niños africanos famélicos y desnutridos. Pero ¿cual es la realidad subyacente?

Miren, el problema de los niños africanos radica en que en ese continente no existe el control de la natalidad ni el planing familiar. Las mujeres africanas dan a luz una media de 8 a 10 niños y una vez parido el problema deja de ser ellas porque recurren a ONGs y a Unicef, entre otras asociaciones, para que se hagan cargo de ellos.

Sabido es que la “exportación” a Occidente de los problemas de la infancia africana es una especialidad en los países del continente negro. Por una lado existe una clase dirigente neocolonial que vive rodeada del lujo, y por otro no se pone reparo a que el índice de la natalidad se dispare en flecha.

Unicef y las ONG se ocupan de esa miseria infantil, cuando lo que tendrían que hacer es propulsar el planing familiar. Vease el caso de China con su política del hijo único (ahora se permiten dos) que ha evitado lo que ocurre en Africa.

Se esta viendo que esa política de “exportación” alcanza también a la juventud y hasta algunos adultos que se echan a la mar para llegar a las costas europeas. Pero Europa no puede hacerse cargo de todas las miserias de mundo. Ustedes lo saben bien.


Por eso, yo no daré ni un céntimo a UNICEF ni a las ONG que quieren conmovernos sobre un problema de infancia desnutrida que ha sido creada por los propios africanos al no tener un control de su población.

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