sábado, 28 de octubre de 2017

CATALONIA: VIAJE A NINGUNA PARTE

Con una celeridad extraordinaria, pocas horas después de que loa catalanes secesionistas declararan la independencia (71 votos a favor, 10 en  contra y 1 abstención)  el gobierno español puso en marcha el artículo 155 de la Constitución que permite hacer frente a la rebelión de una región autonómica en que está dividido el territorio español.
El gobierno cesó al gobierno regional catalán, presidido por el secesionista Carles Puigdemont, y a todos los miembros del ejecutivo; disolvió el parlamento regional y anunció elecciones autonómicas para el 21 de diciembre.
La república catalana anunciada el viernes por la tarde se convierte así en un viaje a ninguna parte. Una república muerta al nacer que no cuenta con ningún apoyo internacional y que nació de un referéndum ilegal de autodeterminación llevado a cabo el 1 de octubre, violando la Constitución y las leyes.
Estamos en una época de unidad. El mejor ejemplo es la Unión Europea. La unión es la fuerza; la división conduce al caos y la desintegración de Europa. Lo dijo el presidente de la comisión europea, Juncker.
Es cierto que el referéndum del 1 de octubre fue aprobado por 2 millones de catalanes, pero eso no representa la mayoría. Cerca de otros 6 millones no quisieron votar en lo que resultó ser una farsa.
El 21 de diciembre, las urnas, esta vez legales, dirán si los catalanes quieren o no seguir dentro de España. La fuerza de las urnas es mayor que la rebelión.

manuel Ostos



domingo, 22 de octubre de 2017

El voto del 1 de octubre fue una farsa monumental. Urnas en 
las calles donde cualquiera metia papeles. Una urna por 
lo menos que al transportarla a un colegio se abrió dejando 
ver que estaba atiborrada de papeletas. ¿Fue eso normal, legal,
 democrático? Fue una farsa indigna de un gobierno que se dice 
democrático. ¿Se puede decir con un 43 por ciento de sufragios
 que el mandato era por mayoría? Indignante.

jueves, 19 de octubre de 2017

EL GOBIERNO ASUMIRA EL PODER EN CATALUÑA

Barcelona, 19/10


Lo que se temía ha ocurrido hoy. El gobierno autonómico de Catalunya ha rechazado la petición del gobierno central español para que no declarara la independencia de esta región, la más rica de España. En consecuencia, el primer ministro, Mariano Rajoy, pondrá en marcha este sábado el artículo 155 de la Constitución, que le permite destituir al gobierno regional y asumir el poder administrativo.
Se trata de una solución de fuerza y ello hace prever que los millones de catalanes que piden la ruptura con Madrid se echen a la calle para manifestar su despecho. Estas movilizaciones pueden terminar en un baño de sangre de tal forma los ánimos están exaltados.
Catalunya nunca fue un estado independiente, pero es verdad que el sentimiento de no ser españoles está incrustado en una minoría compuesto por cientos de miles de personas, en su mayor parte jóvenes que no conocieron los horrores de la guerra civil (1936-39)
Las dos partes, gobierno central y gobierno autonómico, se echan la culpa por no haber resuelto por medio del diálogo la crisis. La Unión Europea y los Estados Unidos sostienen al sr. Rajoy y la unidad de España. ¿Pero qué va a suceder cuando las manifestaciones vayan aumentando, probablemente de manera violenta? Dos dirigentes secesionistas se encuentran ya encarcelados por el presunto delito de haber incitado a hacer frente a la policía nacional el 1 de octubre, cuando se celebró un referéndum sobre la independencia que carecía de base legal al haber sido anulado por el Tribunal Constitucional.
Sin diálogo, sin un pacto político, se ha abierto hoy la vía hacia el desastre. De los 7,5 millones de catalanes, se estima que solo 2 son secesionistas y que la mayoría silenciosa no sostiene la creación de un Estado catalán. El parlamento regional, que posiblemente vaya a ser suspendido en virtud del artículo 155, esta dominado por los partidarios de la secesión. Y el presidente Carles Puigdemont ya ha dicho que no le importa ir a la cárcel. Pero será esto la solución? Sin duda que no lo es.

Manuel Ostos
Journalist


miércoles, 11 de octubre de 2017

CATALONIA: THE DISASTER IS COMING


All calls made for calm in Europe, the latest by the Council of Europe, have been ineffective. The president of the Catalan Generalitat, Carles Puigdemont, crossed the Rubicon and declared the independence of Catalonia, although he subsequently suspended it for some time. But shortly after, Puigdemont himself signed a declaration stating that the Republic of Catalonia will be a fact consummated despite many critics inside and outside Spain.
The mediation, even international, demanded by Puigdemont, has little chance of being real since at no time the leader of the secessionists affirmed that the only exit is independence. Mediate for what? And over what? asked the representative of the socialist party. Mediating means that there are several possibilities for ending the crisis, but for Puigdemont there is only one way out: breaking Spain, which historically never happened.
The Spanish government knows that if it uses force to suspend the autonomy of the Catalans can happen the worst. There would be confrontations that would lead to a bloodshed, of that there is no doubt.
And Europe also knows that if nationalism triumphs in Catalonia, it will spread to other parts of the European Union, so that the crisis will be of great proportions. And disaster is about to come.